Polito Oliver Biografia
Cuando miro hacia atrás y pienso en ese niño de 10 años que venía con sus padres de mudanza desde el Batey Palo Bonito hacia la Romana, Nunca imaginé que llegaría a ser el gerente de toda la zona este de la República Dominicana para una empresa de seguros tan importante como ARS Palic.
No imaginé muchas cosas de las que puedo contar como más importantes en lo que fue mi vida, lo que sí puedo decir es que muchos jóvenes (no llevaba cuentas de cuantos) pudieron ir a la Universidad con las Becas que me empeñaba en conseguir para ellos. A cada joven que ayude a canalizar los recursos para que lo tuvieran becas y completar sus estudios universitarios, fue como si lo hiciera a mí mismo.
Aquel niño que jugaba soccer, que jugaba construyendo casitas con pendones, aquel niño que le gustaba montar a caballo cuando visitaba a su familia en el campo, que disfrutaba jugar pelota en el barrio y que un día del año 1995, con mucho esfuerzo recibió el título de administrador de empresas turísticas en la universidad UFHEC de La Romana, ¡ese fui yo!
Soy Polito Oliver y partí de este mundo el 11 de agosto del año 2020. El año que marcó la historia por la pandemia del COVID-19 y sé que ha marcado la mis amigos amados de Maranatha, de mis hermanos de la iglesia y sobre todo mi familia porque ya no estaremos juntos físicamente, Cantando y tocando desde los tiempos de “Revelación 86, orando, compartiendo, contestándoles el teléfono para darles los consejos en sus momentos difíciles y haciendo juntos tantas obras de bien.
Ame la música para dedicarla a Dios, desde que tenía 13 años de edad. Inicie tocando el Sintetizador cuando Juan era el director del grupo Revelación 86, pregúntenle a Moisés Sifren o a los demás muchachos…Mis amigos, quienes se convirtieron en mis hermanos durante toda mi vida.
Se, que algo inventaran para que las obras que inicie no queden enterradas en el pasado.
Nací el 17 de enero de 1970 en La Romana y agradezco a mis padres Jean Polynice y Eliana Matil, quienes con humildad y rectitud me dieron una la educación en valores y principios.
Recuerdo un día cuando mi papá trabajaba en el Cañaveral y me enviaron a llevarle la comida en una bicicleta más grande que yo. Tropecé, me caí, pero sostuve la comida para que no le pasara nada pues sabía que no le podía fallar a mi papá.
Ésa rectitud me llevó a mantenerme siempre humilde desde mi primer trabajo como Caddie en los campos de golf de Casa de Campo siendo aún un mozalbete. Luego pasé a trabajar en la empresa EPS, donde comencé a aprender las tareas de una oficina y servicio al cliente. Algunos me recordaran trabajando en la empresa London Communication, o en AFP siembra, en Tricom, o en el Banco de Reservas hasta cuando llegue a la empresa a ARS Palic salud, donde como ya saben, llegue a ser el Gerente para la Zona Este de la República Dominicana, que comprendía La Romana, San Pedro de Macorís, La Altagracia, Punta Cana y El Seibo.
En la empresa me apodaron el “Súper Polo” ellos decían que yo alcanzaba resultados excelentes y que fui una pieza clave en el crecimiento de esta institución siendo una persona multifacética que desempeñaba las funciones necesarias cuando era necesario. Lo que quiero que sepan de mí, es que fui una persona que se exigía mucho a sí mismo para ser mejor cada día para la gloria Dios. “Nuestros principios es nuestra mejor herencia y eso no tiene precio”
Mi mayor legado: ¡mi familia! Mi esposa Nuvia Virginia Perozo, a quien me tomó cinco largos años conquistar hasta llevarla al altar el 15 de agosto del año 2000, después de muchos viajes al Cibao y de conquistar primero a mi suegra. Que fueras una de mis becadas para estudiar en la universidad, es un regalo de mi vida, pero jamás será comparable con los hermosos 20 años de matrimonio y los tres tesoros de hijos fruto de ese amor que hoy heredan orgullosos mi apellido: Kevin Emmanuel, Madissone Alina, Kenneth Jafet.
Para ellos, para mis amigos y para quienes no llegue a conocer personalmente, recuerda que si tu mal tiene cura ¿por qué te afliges?... y si no tienes ¿por qué te afliges?
“¡Vive, Dios está en el asunto!”